Unmarried. Si nos vamos a un diccionario de inglés, ésta es una de las acepciones que nos da de la palabra single. Sin embargo, gana enteros un significado diferente a éste y que se asocia, entre otros, al mundo del turismo. Con las excepciones que confirman la regla, que las hay y muchas, viajar es algo de varios o al menos eso cree la mayoría. Contar con un apoyo durante todo el viaje, comentar las excelencias del edificio tal, lo picante que es la sopa al estilo cual y por qué no, planificar futuras escapadas son razones importantes para comprar los billetes al menos, de dos en dos. 
Ya nadie está obligado a quedarse en casita leyendo National Geographic o viendo en televisión documentales de tierras lejanas e inalcanzables por no tener compañero de viaje. Donde hay posibilidad de negocio allí hay alguien que idea un sistema para hacerlo posible todo o casi todo. Un viaje para singles es una propuesta muy atractiva para quien pretende, (lejos de querer pasar unos días al estilo de “Desmadre a la americana”), disfrutar de sus vacaciones en un ambiente diferente, con personas que tienen algo en común contigo. ¿Caben otras variantes? Pues sí, por ejemplo, singles con hijos. Niños y mayores encantados de tener con quien jugar/charlar.
Y no todo son los estupendos cruceros por el Mediterráneo en los que, probablemente, pensamos en primer lugar al hablar de este tipo de turismo aunque sin duda sean una excelente opción. Cualquier estancia en un país europeo, por ejemplo, puede encontrarse ya en el mercado de “viajes para singles”.
En los últimos años, este sector del negocio turístico ha experimentado un notable crecimiento. Si no tienes con quien viajar, anímate. Los demás lo están haciendo.
