jueves, 15 de marzo de 2012

DE TRABAJO POR LA GRAN MANZANA

Toni viajó en agosto de 2011 a Nueva York por motivos de trabajo, trayéndose a España muy buenos recuerdos de la Gran Manzana y es que, aunque el motivo del viaje no fue el turismo, tuvo tiempo para recorrer calles y avenidas mezclándose, como a él le gusta, con habitantes y huéspedes de la ciudad más cosmopolita del mundo. Curiosamente, cuando le dijimos que nos hablara de cómo fue su viaje, hizo especial hincapié en el hotel en que se alojó durante su estancia, un moderno establecimiento diseñado por el Rockwell Group de Nueva York y situado muy próximo a Times Square.“Los comentarios sobre la ciudad son los típicos de turista, mil veces ya escritos. Sin embargo, me gustaría hablaros del hotel, una parte fundamental de cualquier viaje”. “Fue genial, os envio una foto de lo que veía por la ventana.
 Era el piso 15, había creo que 23. La ubicación, perfecta. En diez minutos llegas a Times Square. Al ser tan nuevo, todo perfecto. La cama perfecta, la ducha perfecta, el suelo de moqueta impecable, las habitaciones muy bien aisladas, el aire acondicinado genial... Hay una salita por planta donde hay una máquina de refrescos y una cafetera de cápsulas que es gratis. También son gratis las llamadas locales de teléfono; el wifi iba muy bien. El único 'pero', o bueno, lo único a tener en cuenta es que es un hotel muy moderno; cuando llegué pensé que entraba en una discoteca. La fachada es toda morada luminosa, como se ve en la web, música bacalao en el hall y en el ascensor todo el dia. Todos los días hay fiesta, donde la gente iba vestida como si fuera Hollywood, en interior o en la terraza según el tiempo.... supongo que muy de NY, bueno, de hecho todos los clientes eran jóvenes. En Times Square hay entrada de metro a varias líneas, algo importante allí. Las habitaciones eran pequeñas, sin armarios con puertas, solo un par de cajones y barra con perchas pero a la vista. Buena tele, eso sí. El baño tampoco tenía puerta, solo una corredera que no llegaba hasta el techo. Todo muy minimalista.”

domingo, 4 de marzo de 2012

TRINI SE DA UNA VUELTA POR MIAMI

Año 1986. Don Johnson y Philip Michael Thomas, los agentes Crockett y Tubbs, persiguen, armados de camiseta bajo americana de Armani, mocasines sin calcetín y Smith and Weson el uno y de barba de tres días y pistola sin determinar el otro, a bordo de un espectacular Ferrari a un peligroso traficante de drogas. El escenario, South Beach, Miami.

Miami es una ciudad de tópicos que la televisión y el cine nos han hecho familiar. Trini la descubrió en al año 2011. Un congreso médico tuvo la culpa. “Patinadores luciendo cuerpo recorren Ocean Drive con edificios Ard Decó a un lado y playas interminables al otro”. Quizás sea ésta la imagen más conocida de Miami. Trini nos habla de Coconut Grave como zona de compras en la que también abundan los restaurantes. Y por supuesto del paseo más conocido de Miami Beach “Es imprescindible recorrer Ocean Drive para conocer la ciudad. Hay muchísima gente todo el día. Por la noche, es un lugar estupendo para cenar o tomar una copa”. Otra de las imágenes típicas de la ciudad es su skyline, una serie de imponentes rascacielos que son muestra de su modernidad y es que Miami no sólo vive para el turismo. Tiene un papel muy destacado en el mundo de las finanzas, en el comercial y en el de la comunicación. Algún otro aspecto no merece el aprobado de nuestra protagonista: “El transporte público es bastante malo por lo que para moverte por la ciudad hay que usar taxis, que son carísimos.” El Shore Club, en Collins Avenue, fue su alojamiento en Miami: “Un buen hotel muy bien situado”.
Como muestra de su estancia en una de las ciudades más dinámicas y florecientes de Estados Unidos, nuestra viajera nos muestra unas fotos y nos deja un consejo: “para hacer una paradita, CAFÉ PIAZZOLLA, un restaurante argentino muy recomendable en Ocean Drive”; ¡ah!, y además nos confiesa que, “si se pone a tiro, volveré a Miami.”