“La boca estaba más roja que nunca; sobre sus labios había gotas de sangre fresca que caía en hilillos desde las esquinas de su boca y corrían sobre su barbilla y su cuello…”.
A final del siglo XIX, el irlandés Bram Stoker escribió “Drácula”.
La célebre novela da protagonismo a una provincia rumana donde se ubica el castillo de Bran que supuestamente habitó Vlad Tepes, inspirador de la leyenda de Drácula. Por supuesto, estamos hablando de Transilvania.
En el centro del país y rodeada por los Cárpatos, Transilvania nos ofrece una espectacular combinación de naturaleza, con el parque Nacional Retezat quizás como mejor ejemplo y ciudades como Sibiu, famosa por sus casas pintadas con colores pastel y surcada por calles empedradas. Iglesias de madera, museos, hoteles muy bien valorados en las guías de viaje y una interesante gastronomía, son algunos de los atractivos que contribuyen a hacer de este destino, hasta ahora poco habitual, un lugar a tener en cuenta a la hora de planificar unas vacaciones. Por otro lado, el viaje, con vuelos regulares y low cost, no será un obstáculo cuando el presupuesto con el que contamos no sea muy holgado.
Por cierto, si decide emprender viaje a la tierra de Vlad, no olvide llevar un crucifijo en la maleta.
Por cierto, si decide emprender viaje a la tierra de Vlad, no olvide llevar un crucifijo en la maleta.
