miércoles, 17 de octubre de 2012

STENDHAL Y FLORENCIA


Mis referencias de este escritor francés, debo reconocerlo, se reducen a haberlo estudiado en algún curso de BUP y a haber leído su nombre en el lomo de  “Rojo y Negro” que mi hermana compró en su etapa del Círculo de Lectores y que coronaba junto con "Crimen y Castigo" de Dostoyevsky,  la librería del salón de la casa paterna.

"Había llegado a ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme".

Stendhal, Nápoles y Florencia: Un viaje de Milán a Reggio. 1817

Así describía el autor francés del siglo XIX lo que en 1979 la psiquiatra italiana Graciela ,Magherini observó y describió como síndrome cuando contabilizó más de 100 casos de vértigos y desvanecimientos de turistas mientras visitaban el arte en Florencia, especialmente en la Galleria degli Uffizi , la cuna del Renacimiento.

A través de Henri Boyle, verdadero nombre de Stendhal, llegamos a Florencia, antigua capital italiana patrimonio de la humanidad y verdadero motivo de este artículo: el Ponte Vecchio, la Basílica de la Santa Cruz, Santa María del Fiore, Galería de la Academia con el David de Miguel Ángel,… Vamos a sumar a lo ya expuesto, la posibilidad de hacer compras de  moda con una oferta muy amplia, las buenas comunicaciones, la opción de viajar en vuelos low cost, la proximidad de Roma…Son muchas las razones que nos invitan a acercarnos a Florencia. ¡IMPERDONABLE! He olvidado los restaurantes y la posibilidad de degustar excelentes platos locales: Tonno e fagioli (atún y alubias), baccelli e pecorino (habas y queso pecorino), calamari in zimino (calamares rellenos), pollo alla fiorentina, etc, etc, etc. y de postre, castagnaccio (dulce de castaña), o bongo (profiteroles de chocolate), por ejemplo.
Para ilustrar estas líneas, unas fotos de Ana y Joselo, que nos aseguran que una visita a Florencia vale la pena.