Mis referencias de este escritor
francés, debo reconocerlo, se reducen a haberlo estudiado en algún curso de BUP
y a haber leído su nombre en el lomo de “Rojo
y Negro” que mi hermana compró en su etapa del Círculo de Lectores y que coronaba
junto con "Crimen y Castigo" de Dostoyevsky, la librería del salón de la casa paterna.
"Había llegado a ese
punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las
Bellas Artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de Santa Croce, me latía
el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme".
Stendhal, Nápoles y
Florencia: Un viaje de Milán a Reggio. 1817
Así describía el autor francés del siglo XIX lo que en
1979 la psiquiatra italiana Graciela ,Magherini observó y describió como
síndrome cuando contabilizó más de 100 casos de vértigos y desvanecimientos de
turistas mientras visitaban el arte en Florencia, especialmente en la Galleria
degli Uffizi , la cuna del Renacimiento.
A través de Henri Boyle, verdadero nombre de Stendhal, llegamos a Florencia, antigua capital italiana patrimonio de la humanidad y verdadero motivo de este artículo: el Ponte Vecchio, la Basílica de la Santa Cruz, Santa María del Fiore, Galería de la Academia con el David de Miguel Ángel,… Vamos a sumar a lo ya expuesto, la posibilidad de hacer compras de moda con una oferta muy amplia, las buenas comunicaciones, la opción de viajar en vuelos low cost, la proximidad de Roma…Son muchas las razones que nos invitan a acercarnos a Florencia. ¡IMPERDONABLE! He olvidado los restaurantes y la posibilidad de degustar excelentes platos locales: Tonno e fagioli (atún y alubias), baccelli e pecorino (habas y queso pecorino), calamari in zimino (calamares rellenos), pollo alla fiorentina, etc, etc, etc. y de postre, castagnaccio (dulce de castaña), o bongo (profiteroles de chocolate), por ejemplo.
A través de Henri Boyle, verdadero nombre de Stendhal, llegamos a Florencia, antigua capital italiana patrimonio de la humanidad y verdadero motivo de este artículo: el Ponte Vecchio, la Basílica de la Santa Cruz, Santa María del Fiore, Galería de la Academia con el David de Miguel Ángel,… Vamos a sumar a lo ya expuesto, la posibilidad de hacer compras de moda con una oferta muy amplia, las buenas comunicaciones, la opción de viajar en vuelos low cost, la proximidad de Roma…Son muchas las razones que nos invitan a acercarnos a Florencia. ¡IMPERDONABLE! He olvidado los restaurantes y la posibilidad de degustar excelentes platos locales: Tonno e fagioli (atún y alubias), baccelli e pecorino (habas y queso pecorino), calamari in zimino (calamares rellenos), pollo alla fiorentina, etc, etc, etc. y de postre, castagnaccio (dulce de castaña), o bongo (profiteroles de chocolate), por ejemplo.
Para ilustrar estas líneas, unas
fotos de Ana y Joselo, que nos aseguran que una visita a Florencia vale la
pena.
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