lunes, 2 de abril de 2012

Roma, visita obligada

Hacer una parada en la heladería Gioliti, en la Via degli Uffici del Vicario para saborear una Coppa Mondiale es una estupenda manera de descansar en la apretada agenda del visitante de Roma.

No sabemos si nuestros protagonistas se deleitaron con un helado italiano, posiblemente el mejor del mundo, o si se pasaron por alguna tienda de la Vía de Lavatore en busca de algún recuerdo de su viaje, pero desde luego gastaron mucha zapatilla en su visita a la capital italiana. Chesús y Miguel partieron para Roma en septiembre del pasado año con una semana por delante para conocer una de las ciudades más bellas del mundo. Aterrizaron en el aeropuerto de Ciampino y se alojaron el hotel Lazzari, en la Via Castelfidardo, muy cerca de la Estación Termini. Nos dejaron algunas impresiones, no todas buenas, sobre una ciudad con casi tres mil años de historia.

“Roma, una ciudad llena de restos históricos y monumentos, iglesias montadas con muchísimo lujo (mármoles, bronces, techos artesonados dorados) pero una ciudad muy sucia, donde las papeleras casi están inscritas en el INEM, dado que la gente pasa mayoritariamente de ellas y echan todo a la calle…

San Pedro del Vaticano, impresionante. Más que una basílica parece un museo, dadas las obras artísticas que contiene.

El hotel, muy bien, pero cuando nos íbamos nos hicieron pagar esa especie de "impuesto revolucionario" municipal que han establecido gravando la estancia del turismo en los hoteles”.

No es la única tasa. Quienes recorren la ciudad a bordo de un autobús turístico, visitan la playa de Ostia situada en las proximidades o los que navegan por el río Tiber deben aportar un euro con el que el ayuntamiento de la capital espera promocionar Roma en el mundo.”

Miguel y Chesús, nos aseguran que volverán a Roma donde todavía les esperan muchos lugares que descubrir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario